Se trata de Lidiane Melo, una funcionaria de salud brasileña, y que a sus 37 años ideó un plan para apalear los efectos negativos emocionales que ha provocado el virus en las personas.
Según la información difundida por medios locales, la enfermera unió dos guantes de látex rellenos con agua caliente, con el objetivo de entrelazarlos con las manos de los pacientes y así calmar la crisis emocional.