De no haber sido por la maldad de las personas sin escrúpulos y sentimientos, que no tienen la más mínima noción de los valores por los cuales se debe regir el ser humano; el principal mentor de una de las más prósperas empresas productoras y radiales que operan en Pedro Juan Caballero, Marcelino Vázquez, hoy con 64 años (falleció a los 56), hubiera seguido estando entre nosotros, haciendo lo que más bien sabía hacer, generar diversión a través del arte musical, tanto para jóvenes como para adultos. 

¿Quién fue Marcelino Vázquez?
Aunque alguna vez ya nos hemos a sus orígenes, su vida y sus logros, nunca está demás volver a recordar a una persona que fue todo un ejemplo de vida, de trabajo, superación ante la adversidad, de éxitos, de conquistas, de sueños cumplidos, y por sobre todo, el mayor de los logros en el ámbito familiar, como padre y esposo.

Nacido el 2 de junio de 1959 en la localidad de Paso Horqueta, distrito de Loreto, departamento de Concepción, Marcelino Vázquez ha demostrado desde muy joven su afición por la difusión de la música y producción de espectáculos musicales, oficiando por las calles de su pueblo natal, de “parlantero”, para lo cual contaba con un parlante tipo “bocina” y una moto, con los cuales realizaba publicidad callejera de fiestas u ocasionales eventos artísticos.

Un cierto día, como consecuencia de su trabajo, conoció a una joven dama, que en un principio pensó que el interés de la visita de Marcelino a su casa, era su hermana, sin embargo, más adelante, supo que era ella la elegida del corazón de Marcelino. Fue así, que tras el noviazgo que no fue muy largo, Marcelino Vázquez y Marta Edita Benítez, docente de profesión, se casaron y comenzaron sus vidas juntos enfrentando todo tipo de adversidades y compartiendo éxitos. 

 La juventud de ambos y los deseos por garantizar el futuro de ambos y de los hijos que vendrían con el paso de los años, hizo que decidieran tomar nuevos rumbos y probar fortuna en otros lares, para lo cual eligieron como destino la ciudad de Pedro Juan Caballero. 

La llegada de la pareja a Pedro Juan Caballero en algún ómnibus de pasajeros de la época, no fue del todo próspera, ya que los bafles, las herramientas necesarias para iniciar su labor, fueron completamente destruidos por un vehículo que pasaba por el lugar justo en el momento en que Marcelino estaba bajando sus otras pertenencias, quedando de esa manera, sin uno de sus principales elementos de trabajo. 

 A pesar de ese grave inconveniente, Marcelino y Marta seguían teniendo los principales elementos que necesita todo ser humano para progresar y salir adelante, fe en Dios, confianza en ellos mismos y sana ambición. 

Se hospedaron en la casa de un amigo y Marcelino alquiló un pequeño salón en el Mercado Municipal en donde comenzó a funcionar una “grabadora” bajo la denominación de “Láser Disco”, en donde se grababan desde el disco de vinilo (los negros grandes), cintas casete a gusto y pedido de los clientes. 

Desde ese punto comercial, Marcelino comenzó a animar fiestas públicas y privadas cumpliendo el papel de DJ, trabajo este que le permitió tiempo después comprar un camión cuya carrocería hacía también de escenario, especialmente en mítines políticos del Partido Colorado durante la campaña proselitista para la Gobernación en el año 1993. 

 Pero la actividad de Marcelino no se limitó solamente a eso, sus ganas de progresar hacían que él esté siempre innovando, y fue así que, sintiendo que la juventud estaba habida de un centro  de diversión nocturna los días sábado, y vespertina los días domingo, alquiló la sede del Club Sportivo Obrero en donde cada sábado organizaba fiestas que le valían interminables trasnochadas y sacrificios que a la larga dieron sus frutos, pues llegó a convertirse en un conocido y respetado empresario artístico y de espectáculos.

 Durante ese tiempo, la sede de las fiestas cambió de escenario cuando  Marcelino inauguró en la sede social del club Sportivo 2 de Mayo, la “Boate Albiceleste” que funcionó por espacio de un año hasta regresar la actividad al Sportivo Obrero. 

Las ganancias que generaban este trabajo nunca fueron despilfarradas por Marcelino, todo lo contrario, cada centavo que ingresaba era invertido en la compra de inmuebles en el barrio San Gerardo y la compra de equipamientos que más adelante le permitirían cumplir un sueño largamente acariciado, que era el de tener su propia radioemisora. Fue así, que en una primavera de finales de los años 90, en un local alquilado ubicado sobre la calle Brasil en la Fracción Luz Bella del barrio San Gerardo, comenzaba a emitir sus señales Radio “Sin Fronteras” 98.5 FM, que años más tarde, se mudaría a su local propio de la avenida Fernando de la Mora esquina Panchito López del mismo barrio San Gerardo, en donde también funcionaba hasta hace poco tiempo,  el salón de fiestas y balneario conocido como Complejo 98 “Marcelino Vázquez”.

En su múltiple faceta, Marcelino Vázquez, también incursionó dentro de la política ocupando la presidencia de la Seccional Colorada Nº 386 del barrio San Gerardo, además de productor televisivo con el programa “El especial de Láser” que se emitía por los canales locales de TV Cable. Igual denominación llevaban los programas radiales en donde se promocionaban las fiestas organizadas por la empresa que luego quedaron a  cargo de su esposa e hijos. 

Con la tempranera desaparición física de Marcelino, tomaron la posta y continuaron creciendo cada vez más, su esposa Marta, sus hijos Ariel, Osvaldo, Magno y Sergio, quienes siguiendo el ejemplo, como  empresa familiar que es, se posicionaron dentro del ámbito artístico local como los mayores referentes del ramo, contando en la actualidad con una radioemisora FM de gran popularidad, el Complejo 98 “Marcelino Vázquez” recientemente desactivado y un moderna discoteca, “La Disco”.
Finalmente, podemos afirmar que Marcelino “Láser” Vázquez cumplió su sueño, y aunque no lo pudo disfrutar en una feliz ancianidad por culpa de la incesante inseguridad reinante en la ciudad que eligió para vivir y crecer, su recuerdo será siempre el de una persona que fue todo un ejemplo de superación constante. 

 Redacción: Alejo Mendieta